Embarazo NO-deseado ¿Le puede pasar a cualquiera?

Esta noche he tenido un sueño en el que una criada lloraba cuando se enteraba de que estaba embarazada de su «señor»; después he pensado en lo común de esta historia, aunque con distintas variables, en las que una joven es seducida, acosada o, directamente forzada, por un hombre más fuerte en lo físico o en lo social.  También he pensado en la cantidad de niños que vienen al mundo sin ser «buscados» y son criados con el sentimiento de ser un estorbo aunque, con el tiempo, algunos obtengan el cariño de sus padres, nacido al calor de la convivencia. Hijos no deseados, hijos naturales, hijos bastardos, etc.; el caso es que, independientemente de la intención puesta en su concepción, la naturaleza sigue su curso ajena a la voluntad de las personas implicadas en el proceso de gestación, parto y crianza.


Hace ya mucho tiempo que nuestra especie observó que los hijos necesitan de un hogar estable y de una familia que les cobije  mientras crecen y se desarrollan. El linaje así establecido, tanto si es matrilineal como si es patrilineal, garantiza el sentido de pertenencia a la propia comunidad y, cuando una criatura era concebida fuera de los «cánones» el coste de supervivencia era mayor. En nuestros tiempos, y pese a lo que pueda parecer, el sentido/sentimiento de pertenecer a un padre y a una madre sigue siendo condición fundamental para la estabilidad emocional del menor y, este sentido de «pertenencia», se configura en el momento justo de la concepción de la criatura, en función de las ideas, emociones y sentimientos que unan a la pareja de futuros progenitores.

Es por ello que, si pueden elegir, la mayoría de parejas quieren escoger «el momento ideal» para traer a sus hijos al mundo y, cuanto esto no se puede o no se sabe hacer, las madres, principalmente, van a sufrir su condición de maternidad como algo impuesto; así que, a lo largo de la historia, el aborto ha sido una pauta habitual pese a los riesgos que padecen aquellas mujeres que se deciden a intentarlo. Hoy día existe el concepto de planificación familiar y los métodos anticonceptivos y el aborto está aceptado en muchos países bajo ciertos supuestos y, aun así, siguen dándose cantidad de embarazos NO-deseados. A la par, en algunas culturas, todavía se considera «natural» que las mujeres traigan tantos hijos al mundo como sus cuerpos aguanten, tal y como se hacía en la prehistoria, cuando el tener hijos era cuestión de supervivencia para el relevo generacional de la especie.

Dejando atrás otros tiempos y otras culturas y centrándonos en el aquí y al ahora, traer hoy día un hijo al mundo «sin pensar» es un acto de pura inconsciencia que muestra, a las claras, que la pareja en cuestión no estaba en lo que estaba, sino que se dejó llevar por las presiones o expectativas que su relación de pareja generaba. Cuando una pareja de hoy día, lo tiene claro, incluso si se rompe el preservativo, no dudará en usar la píldora del día después, evitando el traer un hijo al mundo que no ha sido «llamado». Traer un hijo al mundo, en estas condiciones, es un acto de egoísmo supremo ya que no se está pensando en el futuro de esa criatura sino en la satisfacción de ser madre o padre, sin ni siquiera haberse mentalizado para ello o, quizás, sea un acto de inseguridad al no saber cómo actuar ante lo imprevisto.
  • Personalmente pienso que la mejor opción es la prevención y por ello escrito textos como este pero, en aquellos casos en los que un embarazo NO-deseado va a unir para siempre la vida de dos personas que no están seriamente comprometidas, el sufrimiento que va a lastrar la vida de esta criatura bien merece la duda sobre si un aborto libre, terapéutico y controlado, es una opción a contemplar. 
Aquí cabe hacer una separación entre dos mundos:
  1. el de las parejas estables y comprometidas que deciden que todavía no ha llegado el momento de concebir un hijo del futuro.
  2. y aquellas parejas fortuitas o poco comprometidas que coinciden en un impase de sus vidas y conciben, sin querer, a un niño que purgará emociones de su pasado.
Dejo conscientemente fuera de esta división todos aquellos nacimientos surgidos del odio, la violencia y el maltrato abusivo que son heridas abiertas en el plano evolutivo de la conciencia de humanidad; en estos casos, tanto el maltratador como el maltratado están expuestos a circunstancias tan extremas que lo único que se puede hacer es trabajar a nivel global para que «EL MUNDO» sea un lugar más habitable donde no puedan existir esos agujeros negros por donde se libera la presión emocional de toda la especie.

Supuesto nº 1

Parejas inestables, (rollos), faltas de compromiso o parejas recién formadas que están en vías de conocerse: Riesgo de embarazo NO-deseado ALTO. En este supuesto no se contemplan aquellas relaciones en las que las personas implicadas asumen que su relación no va a ninguna parte, y así lo expresan explícitamente; o el sexo comprado. 

En todas estas parejas se da por sentado que si están juntas es porque existe atracción sexual y toda la [i]presión evolutiva que exista en sus respectivas familias será canalizada en esa dirección cada vez que mantengan relaciones sexuales. Hay una forma clara de medir el nivel de presión evolutiva que recae sobre una persona y es observar su necesidad de descarga sexual, (masturbación o coito), su nivel de precocidad sexual y, en las chicas, lo claro que lo tengan en el tema anticonceptivos. Cuando una chica prefiere controlar por ella misma el tema tomando la píldora o es la que gestiona el tema de los preservativos, está diciéndonos, aunque no lo sepa, que el riesgo-temor a un embarazo NO-deseado es alto. Lo triste, en estos casos, es que la factura compensatoria, por derivar la presión evolutiva exclusivamente hacia el disfrute sexual, se plasma en todo tipo de patologías relacionadas con los órganos reproductivos de la mujer. En los varones esta factura se deriva hacia el área de su desarrollo humano: es como si se volvieran cada vez más individualistas y faltos de conexión con el mundo, prevaleciendo en su conducta las actitudes emocionales y sentimentales por encima de las actitudes racionales. 

Si no existieran los anticonceptivos, la píldora del día después o el aborto, este tipo de parejas fortuitas o primerizas tendrían un motivo para reflexionar hacia dónde les conduce este sexo sin amor y sin compromiso y se darían la oportunidad de desarrollar otras áreas de su persona al margen de la emocional o sentimental que son las que les impulsan a obtener gratificación sexual por la vía rápida.

Sonrío……
Porque sé como sonarían estas palabras «ahí fuera» pero no me importa. Pienso que es muy triste que estas personas tengan que pagar un precio tan alto por la ignorancia en la que son educadas, coste que, además, es soportado por el resto de la comunidad en la que viven.


Supuesto nº 2

Parejas estables y comprometidas formalmente y que conviven como tal de cara a su comunidad: riesgo de embarazo NO-deseado DEPENDE; de la comunidad familiar en la que estén integrados y de la presión evolutiva que ésta soporte.

Ejemplo: una pareja que tiene claro que no es el momento de tener un hijo se lleva un susto porque se les rompe el preservativo durante una relación sexual; desde un enfoque holístico esto sucede porque la presión evolutiva de toda su familia se ha derivado hacia ellos por ser la pareja con más posibles desde un punto de vista evolutivo. Esta presión se podría haber minimizado si los límites entre hermanos se hubieran ajustado según el protocolo de parejas estables ya que existía un vínculo emocional que todavía les conectaba con el hogar familiar de los padres. Muchas parejas tienen hijos que, en realidad, no son sus hijos desde un punto de vista emocional, sino que son hijos de sus hermanos o incluso de sus padres, ya que su nacimiento responde a las expectativas que estos parientes depositaron en la evolución de esta pareja. Cuando estas personas no son capaces de dar respuesta al reto que supone vivir en el aquí y el ahora, su forma de anclarse al presente es proyectándose en las figuras de nietos o sobrinos, sobre todo cuando la pareja en cuestión, todavía no tiene ningún hijo. 

En estos casos, lo mejor es enfocar el tema directamente con los padres de los dos miembros de la pareja dejándoles claras las prioridades del momento: “ahora mismo no queremos traer hijos al mundo; quizás dentro de 1, 2, 3, (o cuando la pareja piense que será el momento adecuado), o quizás nunca, ya se verá”… El protocolo familiar solo exige fijar este tema con los padres del chico y de la chica; a nadie más, ni siquiera a los hermanos, amigos o conocidos se les debe de dar explicaciones sobre algo tan personal pero, si alguien del entorno familiar, social o laboral, que no sean los padres, pregunta por el tema ¡ATENCIÓN! porque es señal de que tiene expectativas al respecto sobre la evolución de vuestra pareja y aquí toca ser conciso, claro y directo: ¡este es un tema muy personal del que no hablamos con terceros!... (Aunque si va envuelto con una gran sonrisa, mejor que mejor)…

Esta es la única salida que no genera condicionantes en la evolución de la pareja de cara a un futuro, en lo que a su decisión de traer hijos al mundo se refiere (cuando, cómo, cuántos, etc.), ya que hoy día las posibilidades son inmensas y el traer un hijo al mundo no es la única forma que existe de evolucionar. 



Por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero...

Cuando éramos niños y jugábamos al escondite había una retahíla de palabras que se decía cuando llegabas a «casa» sin ser vistos: “por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero”. ¿De verdad pondrías hoy la mano por todos tus compañeros? ¿Tienes confianza absoluta en todas aquellas personas a las que llamas familia, amigos o compañeros? ¿Te sientes libre para hablar y compartir sin ser juzgado, criticado o malinterpretado por ello? ¿Qué grado de responsabilidad asumes en relación a las personas con las que interactúas en tu día a día?


Presión evolutiva: cuando no fijamos nuestros límites personales ante las diferencias que observamos en el día a día, en relación a nuestra forma de enfocar la realidad, la presión evolutiva que supone estar relacionado con la cantidad de personas a las que llamamos compañeros, amigos, familia, etc., AUMENTA. Esta presión evolutiva es una variable natural que atañe al sentido de lo GRUPAL y que te circunscribe en círculos que van de una menor a mayor proximidad afectiva o ambiental, a no ser que los hagamos conscientes mediante un protocolo que refleje de forma coherente las etapas marcadas por el desarrollo evolutivo humano. Los rituales de paso y los protocolos sociales tienen en su origen esta finalidad: ordenar el tiempo de las personas, en función de su edad, rol social y espacio en el que se integran, variando dichos protocolos si este espacio es privado, o público; si la persona está en edad infantil, juvenil, o adulta, si está soltera, comprometida o casada; si está en rol personal o laboral, etc. etc. etc.


Conjugando el verbo «amar»

Algo que la mayoría de parejas no saben es que las emociones, sentimientos o ideas que se conjugan dentro del espacio/tiempo de su intimidad sexual no son meras abstracciones sino que forma parte orgánica de sus vidas y mediante el acto sexual esta biología de la emoción, del sentimiento y del intelecto, se conjugan para formar parte de un nuevo comienzo.


Los humanos dimos un salto cuántico en nuestra evolución cuando aprendimos a sublimar nuestro instinto sexual y separamos el acto meramente reproductivo del acto creativo amoroso. Sin embargo, cuando decidimos aislar el semen/ovario del orgasmo estamos generando igualmente un nuevo proyecto de vida; podríamos llamarlo un «embarazo virtual» en el que lo que se está gestando y será dado a luz, no será un bebé de carne y hueso pero sí será un proyecto lleno de VIDA, de emoción, sentimientos e ideas, materializándose, esta conjunción, en una visión renovada de nuestro día a día. 

Aunque todo esto va a depender de lo que se conjugue durante el acto sexual:

- Si sólo es un acto instintivo serás cada vez una persona más instintiva.
- Si solo es un acto sentimental serás cada vez más sentimental.
- Si solo es un acto racional serás cada vez más mecánico en tus actos.

La fórmula ideal para regenerar cuerpo, mente y emociones durante el acto sexual necesita de un tiempo de práctica que requiere, en primer lugar, que la pareja aprenda a conectar sus respectivos perfiles personales fuera de la cama. Cuando todo va como la seda en el exterior, la esencia que se destila durante el acto sexual es PURA VIDA que va mejorando con el paso de los años. 






_______________________________________________

[i] Presión evolutiva: La mayoría de hijos NO-deseados que nacen en el seno de una pareja estable son fruto de la mala gestión del tiempo personal y de pareja lo que deriva, desde un punto de vista holístico, la presión evolutiva del grupo socio-familiar en el que están integrados hacia su unidad familiar. El concepto de presión evolutiva no sólo es responsable del nacimiento de hijos NO-deseados; también está en el origen de los accidentes que dejan a las personas gravemente discapacitadas y de aquellas discapacidades que se gestan dentro del útero materno. Todas aquellas variables que suponen un reto, cuantitativamente mayor, a la hora de ser y estar en el aquí y el ahora, son la factura compensatoria con la que una persona/unidad familiar responde por la presión evolutiva soportada por el grupo socio-familiar al que pertenece. Todas las personas implicadas directamente en dar soporte emocional, sentimental, o económico a algún miembro de su unidad familiar que no puede responder, por sí misma, a lo que una vida normal nos exige a todos, se ven obligadas, lo quieran o no, a evolucionar en grupo y con un nivel de compromiso mayor y este es el sentido de que aparezcan estos problemas que obligan a llevar el concepto de amor y compromiso más allá de los límites de nuestra voluntad o mapa personal del mundo. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Porque no nacemos de un huevo...

Peligros de las "pelis" de chicas

Cuando mueren los apegos, nace la libertad...