Currículo de Juventud

¿Quien soy yo?
Cuando un joven sale a la vida «a vivir», se pregunta:

¿Qué quiere la vida de mí? o ¿qué quiero yo de la vida?... Ambas cosas deberían de coincidir, pues la vida quiere lo mismo que tú quieres…

Y si no sabes lo que quieres o eres  de los que corre en pos de todo lo que se «menea», es porque no has sido ESCUCHADO y, entonces, antes de disfrutar de la vida, tienes que recuperar el tiempo de la infancia…. 

Tiempo de aprendizaje, en el que se viven tanto experiencias que te gustan, como aquellas que no te gustan, para tener el contraste de vida necesario...


Aquellas experiencias que permiten fluir y disfrutar son las que nos gustan y las que bloquean el desarrollo de nuestros sentidos, son las que nos disgustan.

Cuando no sabes lo que quieres, la vida te mantiene en «suspenso» respecto al mundo exterior y bloquea tus funciones para que no malgastes tu tiempo. Esto se traduce como un «no sé lo que quiero» y, por tanto, tienes que «rodar» un poco más para experimentar y saber lo que realmente quieres, antes de ir a por ello con la decisión y fortaleza que las verdaderas obras necesitan. 
  • Cuando una persona no sabe lo que quiere, ha de dejarse llevar, a sabiendas de que la vida comprende sus necesidades y la guiará por los caminos que necesite experimentar para descubrir quién es y de dónde viene…
Este tiempo de rodaje, aprendizaje o educación, tiene que ser tutelado para que sea coherente con la evolución personal y familiar; cuando un joven no es tutelado y sale al mundo «para hacer lo que le da la gana» malgastará sus fuerzas y vitalidad hasta que el cuerpo o la vida le diga que pare.

Las personas que fuerzan y no respetan el tiempo de bloqueo exterior necesario para SABER, (hablan antes de tiempo, se emparejan antes de tiempo, se comprometen antes de tiempo, etc.) acumulan errores de gravedad y con el tiempo SOMATIZAN problemas relacionados con el sistema inmune; (aquí se incluyen las enfermedades de transmisión sexual) Estas personas no aprendieron durante el tiempo de la infancia a respetar-conocer a sus padres y la vida les ha tenido que mostrar el camino… (Probablemente sus propios padres no les transmitieron dicho respeto-conocimiento)

El mensaje que el joven debe de recibir para “comerse” el mundo es este:

SI QUIERES, PUEDES Y SI PUEDES, ¡DEBES!

Pero antes, (siempre hay un pero…) tendrá que asumir como suyos todos los “no quiero, no puedo y no debo” de sus progenitores y hermanos. (Lo que tradicionalmente se conoce como «sacar a la familia adelante») Y para hacerlo tiene un plazo de «juventud» que será más o menos largo en función de la familia de dónde proceda… Muchas personas mueren de viejas, sin haber cerrado su tiempo de juventud y, mientras tanto, la deuda familiar sigue creciendo.


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