¿En guerra con las máquinas?
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¿Por qué estamos aquí? |
Enero 15. Martes. Biorritmo invierno.
Riba roja Turia. Valencia. España. Europa. Tierra. Hemisferio Norte
En estas últimas semanas el tema del uso consciente de la tecnología se ha hecho presente en mi pantalla mental hasta el punto de empezar a causarme cierto desasosiego. Señal evidente de que necesito clarificar esta cuestión.
Curiosamente empecé la semana laboral con la película Terminator Salvation y entiendo que, una vez más, el cine nos lleva la delantera. Sin embargo, no pienso que este sea un film de futuro/ciencia ficción, es más, tengo la certeza de que, para una mayoría de personas, Terminator refleja la realidad cotidiana en la que viven prisioneras de rutinas automatizadas que les impiden ver la REALIDAD y que al igual que las hormigas siguiendo ciegamente las líneas energéticas de la tierra, han caído presas de la corriente de modernidad futurista sin pararse a valorar ni siquiera por un momento a dónde les lleva.
¿A dónde nos lleva la vida?
Recuerdo que una expresión antigua de las personas que se resistían al paso de los tiempos «sin más» era: pero, ¿a dónde vamos a llegar? Para saber la respuesta a esta cuestión no hay más remedio que preguntarnos ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y entonces sabremos sin lugar a dudas, a dónde vamos.
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¿humanos o primates? |
Es en la segunda cuestión ¿de dónde venimos?, donde la humanidad permanece encallada precisamente desde que la modernidad entró en el campo del pensamiento humano y nos hizo cuestionarnos el origen «divino» de nuestra existencia; ese «algo intangible» que, desde tiempos inmemoriales, nos insta a creer que somos algo más que tierra. Parece increíble (por lo menos a mi me lo parece por mucho que para algunos forme parte de su realidad), que haya espacios donde el debate «evolución humana/creación divina» esté sobre la mesa y no vayamos a pensar que eso sucede sólo en EEUU ya que, precisamente con este artículo quiero poner de relieve que la cuestión ¿humanos o primates? y la forma en la que la resolvamos será la que nos libre de la esclavitud de las máquinas.
¿De dónde venimos?
¿De verdad es tan importante, a estas alturas de la historia, saber si el eslabón perdido existe? Si, como algunos postulan, somos el resultado de una larga cadena de [1]mutaciones al azar; o por el contrario y siguiendo una versión infantil-mitológica (todas las culturas antiguas tiene su propia versión), fuimos creados por una conciencia divina.
¿Acaso estas dos corrientes evolutivas reflejadas en los que SIEMPRE miran a la tierra y los que SIEMPRE miran al cielo, no serán capaces de mirar al frente, a su derecha, a su izquierda, incluso de darse media vuelta y mirar hacia atrás para recapitular?
Para poder conciliar estas dos corrientes (Cielo y Tierra) que se enfrentan desde tiempos inmemoriales en el interior de nuestra conciencia de humanidad, tenemos que hacer en primer lugar una toma de conciencia y utilizar argumentos que ya estén resueltos evolutivamente hablando. Esto significa que debemos pactar el uso de códigos y experiencias que estén sólidamente demostrados y que no puedan ser refutados.
Las personas que no aceptan este pacto están prisioneras de su sombra (emociones no resueltas) y, por tanto, necesitarán del conflicto para experimentar su pasado antes de poder evolucionar. Con estas personas es imposible llegar a un acuerdo de evolución pacífica pues su prioridad se centra en experimentar desde el nivel más denso o nivel de supervivencia para actualizar sus registros de placer/dolor. El único argumento que entienden es el despliegue de la fuerza y/o el mantenimiento de límites coherentes.
Cuando evolucionar en forma pacífica es nuestra máxima prioridad, reconocer al instante a este tipo de personas conflictivas (buscan atención a toda costa), se convierte en una necesidad…
¿Y qué tiene que ver todo esto con el uso de las nuevas tecnologías?
Es curioso, el otro día mientras escuchaba la radio recordaron un fragmento de la película El pico, en el que uno de sus protagonistas dice esto: «Fíjate que chorrada, esa paz de la que tanto hablan la encuentras así…esnifando…» Y este es el motivo por el que millones de personas viven y vivirán enganchados a la red de redes en los próximos años. Y este es el motivo por el que escribo este artículo para clarificar las mentes de todas las futuras madres de todos los «John Connor» que han de liderar el futuro de la humanidad.
Ahora podría poner mil y un ejemplos de lo que no es un buen uso de la tecnología audiovisual, pero no me apetece. Pienso que el mejor discurso es el propio ejemplo y así que viviré en forma consciente los tiempos que me han tocado vivir y como parte integrada en el TODO, dejaré que LA VIDA realice su labor cuántica…
¡Sayonara, baby!
[1]
Mutaciones azarosas: lo que algunos llaman azar o suerte no es más que un
conjunto de variables tan inmenso que no puede ser cuantificado por la mente
humana ni por máquina alguna que el humano pueda desarrollar. Pero en el
universo de lo cósmico en el que lo cuántico y lo holográfico se dan la mano,
tiene su propio plan evolutivo en el que todo proceso de cambio, en lo pequeño, tiene una capacidad de impacto en lo grande.
En el universo de las partículas todos somos grandes. Que no seas capaz de
verlo no significa que no exista o que no te esté afectando en estos momentos.
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