Un diamante es para siempre. Valores en la empresa

Cuando un nuevo proyecto sale a la luz se inicia un proceso que, en el interior de cada una de las personas que participan de dicho proyecto, va a ser vivido en la forma en la se cerró su último proyecto y es importante tener en cuenta estas circunstancias de cierre o finalización de anteriores proyectos para no teñir de falsas expectativas los comienzos de toda nueva experiencia.

Esto es así para todo nuevo proyecto a no ser que la persona o personas que inician se den un tiempo para sentar las bases del nuevo comienzo en forma consciente, definiendo los parámetros en los que quieren o necesitan que su nueva andadura se desarrolle. 


Cuando nace un proyecto profesional o empresarial se ponen en marcha los mismos mecanismos de la mente humana que cuando nace un ser humano y, al igual que una persona tiene que superar el tiempo de la infancia y juventud para tomar conciencia de lo que es la vida, las empresas y profesionales tienen que superar varias etapas, a modo de infancia y juventud, hasta llegar a consolidarse en el tiempo y el espacio. 

Para que el proceso de consolidación interior y exterior se ejecute en el menor tiempo posible y con el mínimo riesgo hay una serie de pasos que todo nuevo proyecto debe de instalar en forma consciente. De lo contrario, los pasos a seguir se eternizan y antes de poder rodar en forma óptima habrá que superar todas las «historias no superadas» en relación al espacio en el que la empresa piense consolidarse y ocupar su lugar. (En el mundo profesional también existe el karma o concepto de hipoteca emocional).

El que la empresa tenga unos valores sólidos que aportar no es suficiente para que el proyecto salga a la luz y se consolide con el tiempo; a lo largo de la historia de la humanidad hay suficientes ejemplos de grandes hombres y grandes proyectos que tuvieron que superar inmensas dificultades para poder ver la luz, incluso muchos de estos proyectos y personas murieron en la más oscura de las miserias y sin llegar a alcanzar el merecido reconocimiento hasta mucho después de su muerte. Sólo una gran dosis de fe y una fuerza de voluntad a prueba de fracasos impidieron que estos grandes hombres abandonaran su labor creadora y estas son las dos claves que el mundo de la empresa requiere hoy de toda persona que se disponga dar vida o luz a un nuevo proyecto profesional o empresarial.

Sobre todo hay algo que toda persona que se inicia como profesional o empresario tiene que tener en cuenta y es que en el espacio de lo público NADA ES PERSONAL y que posicionarse en esta forma tiene graves consecuencias para el desarrollo futuro del proyecto. Con esto quiero decir que, en el mundo de lo profesional, la visión o enfoque que se necesita para salir adelante con el mínimo de tropiezos es la visión global o visión de equipo. 

«Y para activarla es necesario que consideres la misión de tu empresa como una labor pública y además has de tomar conciencia de que si el impulso de crear o generar un nuevo proyecto llegó a tu mente es porque el mundo necesita de ti y no al revés…» 

Sin esta conciencia de ¿Qué es lo que voy a aportar al mundo? no se produce la «diferenciación» necesaria que todo nuevo proyecto necesita para cobrar vida propia y así poder ocupar el espacio que la vida le tenga asignado en función de los valores que este nuevo proyecto vaya a aportar a la sociedad.

Los cambios en la humanidad siempre han partido del espacio grupal o social… y son las necesidades de este espacio grupal las que inspiran a un individuo, en particular, para que haga realidad sus ideas… Incluso si está pensando «egoístamente» la globalidad se vale de su egoísmo para sacar adelante proyectos que beneficien a una mayoría…

Es importante que, antes de empezar a rodar, el profesional se dé un tiempo para tomar conciencia de las características positivas y negativas del espacio o ambiente en el que se va a desarrollar su labor pública pues, al igual que los niños tienen que ser vacunados al nacer para desarrollar anticuerpos que les protejan del ambiente exterior, los profesionales tiene que ser inmunes a todos los virus genéricos que existen en el plano del mundo económico y empresarial. Y también a los virus «específicos» que viven en el medio concreto de la empresa donde vayan a realizar su labor. 

Hoy día existen grandes empresas consolidadas en el tiempo que han sobrevivido a todos los virus de la historia y estas son las empresas «modelo» en las que se basan los estudios que se desarrollan en universidades, másteres, posgrados, etc. Considero que esto es un grave error ya que estudiar estos modelos de empresas supervivientes impide que nazca el modelo de empresa que el futuro necesita y con el que la humanidad lleva mucho tiempo soñando. El modelo de empresa exitosa que hasta ahora se nos ofrecía como el ideal a seguir está en vías de extinción y por todas partes se aprecia la necesidad de un nuevo modelo de profesionales y empresas que tienen la misión de liderar el cambio en el plano económico y social para que el nuevo paradigma de la humanidad sea pronto una realidad.


Dejo la reseña de un libro donde se cuenta la historia de cómo Handel escribió el Mesías, su lectura me transmitió la visión de humanidad que todo proyecto destinado a iluminar al mundo necesita para poder nacer…







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