Cuestión de confianza

¿Crees que te mentiría?

Cuando una persona cultiva a diario el sentimiento de que la vida no te falla si tú no te fallas…

¡Estará completamente segura de que todo va a ir bien…!

Por ejemplo: si surge algún retraso o algún NO EN TU AGENDA PERSONAL/PROFESIONAL tienes que aplicar automáticamente el protocolo de que la vida ¡siempre! conspira a tu favor y que esto sucede porque realmente lo necesitas para ajustar tu propio ritmo antes de actuar o ejecutar en dicho espacio. 

O sencillamente, que no es un espacio adecuado para ti. 

Siguiendo con el ejemplo, el otro día, aunque sólo por un momento, hice una lectura negativa cuando me comunicaron un cambio de última hora en mi agenda profesional (reaccioné como una niña a la que le han quitado un caramelo y no como una profesional buscando otras vías de ejecución)

Por un momento OLVIDÉ que sólo la lectura positiva de un cambio de última hora_ permite reiniciarse al sistema y reorientar automáticamente la ruta a seguir sin que se «cuelguen» emociones negativas a tus espaldas. 

Esta actitud de desconfianza hacia uno mismo (o de tu pareja o de cualquier persona que viva contigo), tiene que ver con la VISIÓN DE CERCA y si es «de continuo» hace que, con el tiempo, la persona en cuestión pierda su capacidad de enfocar los objetos y personas cercanas… ¡las pierde! 

Y como consecuencia de ello siente que las pierde definitivamente (como así sucedería con el tiempo).

«Así que es importante saber que lo que cuenta a la hora de configurar nuestro tiempo presente es el cómo actuamos o reaccionamos nosotros ante un hecho concreto y no el hecho en sí…»

¿Cuántas veces tenemos que ganarnos el amor de los que nos quieren?

La respuesta es muy sencilla: todos los días de nuestra vida trabajando a conciencia los vínculos que mantienen dicho amor en positivo y esto sólo es posible si nos mantenemos centrados.