Feel this moment

«Cuando el tiempo pasa y nos hacemos viejos nos empieza a parecer... Que pesan más los daños que los mismos años, al final…»

En las dos últimas semanas el tema «longevidad» y cómo evitar el deterioro físico y mental, que comúnmente es asociado a la idea del paso del tiempo, han estado presentes en mi pantalla mental.


Hacerse mayor o «grande» sin morir en el intento es una de las asignaturas pendientes de la humanidad, por ello, los medios de comunicación y la ciencia están empezando a prestar atención a aquellos miembros de la especie que superan las expectativas generadas hasta el momento. 


A este respecto, los pronósticos o avances relativos al futuro de las personas mayores, si tuvieran que valorarse por las instantáneas del presente, son desalentadores, ya que los pocos ejemplos que hay son circunstanciales y, la verdad, poco inspiradores.

Lo que más me llama la atención es que todas las opciones revisadas dan por sentado que el deterioro funcional y cognitivo llegará y que lo más que podemos hacer es retrasarlo con buenos alimentos, ejercicio (de moderado a intenso según los casos) y alguna que otra variable que aun se afanan por descubrir. Otros se centran en estudiar las patologías asociadas a la «edad» y en corregir los síntomas de senilidad (deterioro funcional) que cada vez aparecen más pronto y en un mayor número de personas pese al aumento de la calidad de vida y la ingestión masiva de medicamentos.

La imagen de un ser humano viviendo en plenitud física y mental hasta el final de sus días, nos llega en forma de cuento, leyenda o misterio metafísico, si es que nos llega, y lo cierto es que toda persona que ha vivido unas cuantas décadas empieza a sentir el peso de las expectativas grupales en torno al paso del tiempo. Es triste ver como las personas mayores o «grandes» pierden «tamaño» por envidiar el tiempo de juventud y es más triste todavía ver como tratan, en vano, de emularlo.

Cuando hablo de vivir en plenitud hasta el fin de los días no hablo de mantener el aspecto y funcionalidad de una persona «joven»…

Un joven no es un adulto y precisamente el cómo vivamos el tiempo de juventud va a ser determinante para generar los cimientos donde se asentarán las etapas venideras. Algo importante que la humanidad debe de superar para hacerse mayor o «grande» sin apenas deteriorarse es el sentido del «paso del tiempo».

Los humanos adultos no cumplimos años ¡superamos etapas! Y con cada nueva etapa superada se integran nuevas habilidades y una mayor capacidad funcional y cognitiva.

En lo que respecta a la conciencia de futuro lo único que debería de importarnos es que no está escrito y que toda expectativa de futuro se genera a partir del cómo vivamos el presente. Si el presente no es positivo significa que estás mirando al pasado así de sencillo. Es como una fórmula matemática a resolver y la solución es bien sencilla…


¡Vive el presente y sólo entonces sabrás lo que es vivir en plenitud!


¿Qué no sabes cómo? ¡Confía! La Vida te mostrará el camino. Siempre lo ha hecho y si estás leyendo esta entrada es por algo


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