¡STOP¡ Depresión y paro, dos caras de una misma moneda.

Una depresión es la factura que pasa la vida a un sistema que gasta por encima de sus posibilidades obligando a reajustar y configurar de nuevo las bases sobre las que se asienta dicho sistema. La profundidad de la depresión o reajuste depende de la cantidad de futuro hipotecado. 

Cuando aparece la depresión significa que se ha llegado al límite del crédito permitido para ese ciclo de desarrollo, mundial, nacional o personal.

Tanto si la depresión es económica como si es una depresión emocional es una situación análoga a estar en el paro. ¡Es un STOP! que paraliza la dinámica funcional aplicada hasta ese momento. Lo mejor que se puede hacer con una persona deprimida o en paro es dejarle tiempo y espacio para que se reinicie y actualice tantas veces como su sistema lo requiera; asegurándole techo y comida y dejándole libertad absoluta para descansar y hacer lo que, en verdad, le venga en gana. 

Al paro y a la depresión no se llega de forma voluntaria, es una situación en la que se «cae» por lo que los sistemas y personas afectados suelen tener el estado de ánimo por los sueños y, en principio, no aceptan la situación de inactividad forzosa y los reajustes que ésta conlleva de buen grado. Es habitual que se manifieste un proceso de duelo como si se hubiera perdido a un ser querido: negación, rabia, negociación, depresión y aceptación… Cuando no llega la aceptación significa que se está integrando todavía alguna de las fases anteriores.

DE HECHO, la depresión y el paro, en sí mismos, son ya una fase del proceso de la pérdida de la propia identidad por lo que lo mejor que se puede hacer es aceptarlo y pasar página lo antes posible. ¡Estás llorando la muerte de tu propia identidad y no lo sabes!

Enfocarlo como una muerte seguida de una nueva gestación que da paso a una nueva vida o ciclo de actividad, una vez que superamos los errores de la etapa anterior es lo mejor que se puede hacer.

Depresión económica o depresión personal son una misma cosa; una en el plano grupal y otra en el plano individual. En la práctica se minimizan los signos vitales de relación con el exterior para que la persona o nación miren durante un tiempo hacia el interior. Lo que necesitan estas personas y países son la seguridad de que no les va a faltar lo «básico» (techo y comida), además de tener la certeza de que es un proceso natural que se supera dándole tiempo al tiempo. (Esta segunda certeza es la que suele faltar)

El factor diferencial para la evolución positiva de una depresión está en los ojos con los que dicha situación es observada. Lo mejor, una vez sentadas las bases o reajustes, y dejando claro que es una situación transitoria, es no intervenir y dejar que el sistema se reinicie por si solo. Cuando un proceso de paro o depresión se alarga más de lo natural es porque los observadores del proceso no respetan el desarrollo del mismo e intervienen para inyectar o insuflar falsos signos de vitalidad sin tener el respecto o el valor de mantenerse al margen mientras el procedo de DE-construcción avanza hasta dar paso a una NUEVA VIDA o ciclo de actividad económica.

Las personas que esconden su depresión bajo una máscara de normalidad, desarrollan hábitos autodestructivos y corren el riesgo de sufrir una crisis vital que puede llevarles al suicidio, en casos extremos o, en algunos casos, a una lesión incapacitante que les fuerce a mostrar su auténtico nivel de funcionalidad; por lo general, lo hacen presionados por personas que «les quieren» y no respetan la necesidad de aislamiento interior que necesitan durante el proceso de reconstruir su identidad personal.

Estar en el paro es un STOP en el CV que aparece para que reinstales o actualices de nuevo tu área socio-profesional. Las personas felices en su trabajo no «caen» en el paro. Los jóvenes que salen a la búsqueda de su primer empleo bien orientados en su proceso de formación y han elegido con buen criterio su vocación, suelen encontrar su hueco en el espacio laboral; aunque al principio sea pequeño y tengan que ir agrandándolo en base a su propia experiencia. 

Al fin y al cabo y simplificando el tema, depresión (económica o personal) y paro son síntomas de agotamiento de recursos; la VIDA (con mayúsculas) ha dicho STOP hasta que el eco-sistema (la vida siempre es eco), grupal o personal se estabilice de nuevo. 

Cuando aparece un STOP nos dice que estábamos gastando demasiado para el rendimiento obtenido; indica falta de sostenibilidad y equilibrio y, en origen, solo existen estas dos causas:
  • o bien, circulábamos por el camino equivocado: falta de intención, identidad.
  • o bien, circulábamos por el camino correcto pero sin prestar la atención necesaria y necesitamos optimizara nuestros recursos/perfil.
Un STOP es un mecanismo de regulación planetaria para ajustar el plano emocional o instintivo. Cuando un humano pasa por la vida [i]RE-ACCIONANDO, tarde o temprano tendrá que pararse y ajustar de nuevo el tiempo en relación a sí mismo o a la idea original. Una RE-ACCIÓN es un acto reflejo instalado en función de las circunstancias/ambiente o del otro, en vez de actuar en función de tu propia experiencia.


"Los seres humanos nos definimos por ser seres racionales capaces de gestionar nuestro tiempo y espacio personal, si predomina la emoción o el ambiente circunstancial, es que hemos fracasado"
Método Cronos


______________________________

[i] Los problemas sexuales sentimentales, laborales, etc., indican que nos falta capacidad de respuesta a la hora de circular o insertarnos en los distintos ambientes por los que circulamos. Indican que nuestros parámetros de inicio (altura y anchura emocional; capacidad de enfoque y centramiento) no están actualizados en función de la realidad y que vivimos en forma subjetiva. Los problemas son nuestra re-acción o respuesta inconsciente ante un exterior que no entendemos o aceptamos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Porque no nacemos de un huevo...

Peligros de las "pelis" de chicas

Cuando mueren los apegos, nace la libertad...